13 Feb LOS BRIX DEL IBÉRIKO, UN DISTINTIVO DE CALIDAD
Para cualquiera que haya probado el Tomate Ibériko su sabor es inolvidable. Porque se trata de un tomate que cuenta con el punto justo de acidez y con un sabor dulce muy intenso que es el orgullo de nuestra producción y que responde a las especiales condiciones de cultivo del producto. Unas condiciones que en la familia del Ibériko cuidamos al detalle.
Para valorar el sabor de un tomate, se debe tener en cuenta un equilibrio fundamental entre los azúcares y los ácidos en el fruto. Solo los que consiguen equilibrar ambos valores obtienen un sabor definido y redondo como el que caracteriza a nuestros tomates. Para ello es muy importante controlar los grados brix, algo que se consigue gracias a las calidad de nuestros suelos y a la monitorización constante de los niveles de riego y nutrientes en la tierra. La experiencia que hemos acumulado en estos años de cultivo y la pasión que ponemos para el cuidado de nuestras plantas son fundamentales para garantizar ese sabor auténtico, que remite a los recuerdos de antaño.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de los grados brix? Estos se definen como el contenido total de sólidos solubles totales en el fruto, es decir, marca el contenido en azúcares que se encuentran en el producto final. Si lo habitual es que este valor no supere el cinco, en el Tomate Ibériko puede llegar a tener 10 grados, una diferencia que marca un mundo de sensaciones en el paladar y que convierten a nuestro tomate en un producto gourmet tan apreciado en las mesas de miles de consumidores.
Sabor y dulzor excepcional
Estos valores de grados brix tan elevados son los que prestan ese dulzor tan característico a nuestro tomate. Por supuesto, solo un cuidado proceso de cultivo y una vigilancia constante nos permiten saber cuando el producto está maduro y en su mejor momento de recolección. Nuestros recolectores preparan el producto en su momento justo, para garantizar un sabor y una calidad excepcionales.
Desde la recolección del tomate hasta que llega a nuestros consumidores pasan solo 24 horas. Un proceso de envío rápido que preserva todas las cualidades del tomate y que marca el último tramo en el camino para asegurar el sabor que nuestros clientes demandan y que es nuestro gran orgullo. De esta manera, el Ibériko destaca para su consumo en ensaladas. El aliño con aceite de oliva virgen extra y bien acompañado de sal gorda es ya un manjar exquisito, perfecto para acompañar cualquier comida.
Nuestro trabajo se desarrolla en una finca familiar, con el saber hacer de tres generaciones de agricultores que desde sus orígenes han sabido cuidar el producto y que aúnan la tradición con las mejores tecnologías y conocimientos para que cada bocado de Ibériko sea una sensación única, que transporte al paladar hacia un sabor ya casi olvidado que en nuestra familia estamos decididos a preservar.
Podéis seguir toda la actividad de la familia ibérika a través de los perfiles de nuestras redes sociales en Facebook e Instagram.
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