10 Nov ¡ARRANCA LA NUEVA TEMPORADA DE LOS AUTÉNTICOS TOMATES IBÉRIKOS!
Comienza el tiempo de un tomate con linaje y terroir: cultivado junto al Parque Natural de Cabo de Gata–Níjar, donde la mineralidad del agua y los contrastes térmicos elevan sus grados Brix y redondean ese dulzor tan característico. Resultado: un tomate con presencia, perfume y una pulpa jugosa que en boca equilibra dulzor y acidez como pocos.
Detrás de cada Ibériko hay una tercera generación de agricultores que mima la planta y el fruto con métodos tradicionales. Ese saber hacer se traduce en regularidad, estabilidad de color y, sobre todo, sabor de verdad.
¿Qué hace único a un Tomate Ibériko?
- Origen y carácter: el enclave de Cabo de Gata aporta salinidad natural y firmeza; el clima, dulzor y color rojo intenso.
- Identidad aromática: se reconoce antes de cortarlo; su olor “a huerta” lo delata.
- Reconocimiento: distinguido como mejor tomate de España en 2012, por su dulzor y ese rojo inconfundible. Los tomates ibérikos son fruto de una minuciosa selección de semillas que lo dotan de un sabor y textura inconfundibles. Su olor a tomate de huerta tradicional, se puede percibir mucho antes incluso de cortarlo lo que lo diferencia del resto de tomates del mercado.

Cómo los seleccionamos
Seleccionamos los Tomates Ibérikos a mano, uno a uno. Cortamos únicamente las piezas que están en su punto óptimo: rojo Ibériko uniforme y pulpa con firmeza elástica —cede ligeramente al presionar, pero mantiene cuerpo—. Aplicamos un doble cribado, primero en campo y después en mesa de selección, para asegurar color limpio y textura impecable; cualquier fruto con sombras verdosas, marcas o exceso de madurez se queda fuera. Ordenamos por calibre para que todas las piezas del lote se comporten igual en la cocina y las colocamos con cuidado en cajas ventiladas, sin apilar en exceso, minimizando la manipulación.
Desde la cosecha hasta la expedición reducimos al máximo los tiempos para preservar frescura, olor y cualidades organolépticas. Cada caja viaja identificada con la etiqueta “IBÉRIKO, el auténtico”, garantía de que tanto en casa como en restaurantes y catering, abriréis un tomate carnoso, fragante y listo para brillar en crudo, en tostas o como protagonista de vuestras recetas.

Cómo reconocerlos
El Tomate Ibériko se identifica a primera vista y, sobre todo, al primer corte. Tiene una presencia elegante, una fragancia limpia y un sabor que se queda en la memoria.
Seña inequívoca
- Etiqueta oficial: busca la pegatina con el sello “IBÉRIKO, el auténtico” (con K) y la web www.tomateiberiko.es. Si no la lleva, no es nuestro tomate.
Sentidos en acción
- Vista: rojo Ibériko intenso, homogéneo y luminoso, sin sombras verdosas en los “hombros”. Brillo natural y cáliz verde vivo, señal de frescura, que con solo mirarlo abre el apetito.
- Tacto: firmeza elástica; cede ligeramente a la presión sin ablandarse. Piel tersa y peso notable para su tamaño.
- Olfato: fragancia nítida en la corona al acercarlo a la nariz: notas su olor “a huerta” y un punto dulce.
- Gusto: dulzor equilibrado con acidez fresca; jugo abundante y final largo, limpio y persistente.
Al cortarlo
- Pulpa carnosa con lóculos llenos de gel transparente y semillas finas. Corte limpio y jugoso; la lámina del cuchillo se desliza sin “desgarrar”. Ideal para disfrutar en crudo, en tostas o como protagonista de cualquier plato.

Formatos y compra
En la tienda online podéis elegir el formato que mejor se adapte a vuestra semana: desde 3 kg hasta 6 kg para amantes serios del tomate; además, hay packs “Ritual Ibériko” con virgen extra y flor de sal para un servicio completo en mesa. La temporada es limitada: cuando termina, se nota.
Esta campaña vuelve con lo que hace grande a Ibériko: origen, técnica y sabor. Si os entusiasma disfrutar el tomate en crudo, en tosta o como protagonista de vuestras recetas fetiche, este es vuestro momento. Entrad en la tienda y elegid vuestro formato; nosotros ponemos el rojo, el aroma y el sabor.

Sin comentarios